Siempre hay una luz al final del tunel

Siempre hay una luz al final del tunel
Fotografia de Ángel Sanchez

miércoles, 23 de enero de 2013

Lunes 14 de enero del 2013. Solanillos del Extremo. (Guadalajara).



Muy buenas de nuevo, depues de mucho tiempo, aunque tampoco se cuando podre publicar esto en el blog, ya que  todavía no tengo internet, os cuento, algunos sabréis que me he tenido que trasladar al pueblo, de una forma  indefinida por no asegurar que sea de una forma definitiva, resumiré un poco estos meses en los que ha pasado de todo.

Pasado el verano después de fiestas, intente volver a pasar una temporada en el pueblo, a mi pareja le quedaban unos días libres de vacaciones, y nos vinimos, yo estuve un mes entero y él los últimos quince días, la verdad es que me encontré bastante bien, la temperatura era ideal, ya que yo los extremos no los aguanto muy bien, el otoño y la primavera es cuando menos de brote de fibromialgia tengo.
Regresamos a casa en Guadalajara, fue increíble, otra vez la fuerza que habia cogido en el pueblo el último mes, la perdí en unas cuantas horas, los aromas recogidos por mi hijo en la academia y transporte, me desencadenaba un malestar constante, las radiaciones de aparatos como ya sabéis wifis, inalámbricos, etc..., me hacían parecer una muñeca de trapo, solo el peso de mi cuerpo cuando esta de pie o de mi cabeza, cuando no la tenia apoyada, era horrible, muchos zumbidos, la visión bastante tocada, y de echo no he vuelto a ver nada bien, se que a partir de los cuarenta la vista cansada es bastante normal, pero perder visión por semanas es preocupante.
Desesperada llame a la psicóloga y al internista, les conté que estaba fatal, que se me estaba escapando la vida y no sabia que hacer. Que me sentía muy jodía ya que que a la vez que yo estaba mal, veía como a mi hijo y mi pareja, se venían abajo impotentes por no saber como ayudarme y yo cada día me sentía un estorbo, no podía hacer nada, pero cuando digo nada es nada. Me dijeron los dos lo mismo que tenia que tomar una decisión y si tenia la oportunidad de irme de mi casa, que me cogiera a eso como un clavo ardiendo, ya que cuanto mas tiempo pasará dentro de mi casa, por culpa de los tóxicos y las radiaciones me estaban matando literalmente y cuanto mas tiempo pasará allí, mas me costaría una posible mejoría.

El día 17 de noviembre me trajo mi pareja de vuelta a Solanillos, gracias a su hermana y a mi suegra, nos han cedido a cambio de un solar, la casa que siempre hemos ocupado en verano, ya llevo casi dos meses, y si, me encuentro mejor, mi cabeza descansa, puedo cocinar, ducharme, ahora estoy empezando a dormir de un tirón, paseo, mantengo la casa limpia, que gracias a que es muy pequeña, pero no sin descansar, no sin pasarme días tumbada, después de un esfuerzo, pero tengo que reconocer que me siento como una personilla, pero ni la sombra de la persona que yo siempre he sido.
La mascarilla también sigue siendo mi aliada, el humo de las chimeneas de los vecinos del pueblo, que somos poquísimos, no las tolero, por lo que ya estáis suponiendo, que tengo que calentarme a base de radiadores eléctricos, que creo que también es una de las cosa que me produce no estar mejor, pero sin calefactor no puedo, la casa se queda a 3 grados y aquí a casi 1000 metros, hace mucho frío.

Que paradoja, mi casa me ha echado de casa, de estar con mi compañero y mi hijo, no veo a mi familiares, a mis amigos, aquí tampoco es que me pueda relacionar mucho, ya que sigo igual, pasar un rato con personas que usan sus productos de aseo y de limpieza de ropa, o ambientador en su coche, a mi me supone, malestar general, mareo, cansancio, a veces vómitos y ya la verdad es que no me esfuerzo en estar, ya,  con los demás y no es que no me apetezca, pero pasar luego  un cuadro como de gripe agudo y ya me da miedo.
Mi pareja viene todos los fines de semana, pero cada vez el momento en que se tienen que ir, a mi se me hace cada vez mas duro, no es justo, esto no es justo, y se que siempre hay donde consolarse, pero no me da la gana, no es nada justo, tener que vivir en una exclusión social tan radical y absoluta.
No creo que nadie se lo merezca,......., estoy un poco cansada, ya seguiré en otro momento...gracias  

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